Recibir de forma inesperada una gran cantidad de dinero, como la del ‘Gordo’ de la Lotería Navidad, es una buena noticia, pero si nos dejamos llevar por la euforia podemos caer en el despilfarro o cometer errores financieros y de inversión que tengan como consecuencia que ese dinero desaparezca con la misma rapidez que llegó. De hecho, las estadísticas de la European Financial Planning Association (EFPA) nos muestran que tres cuartas partes de los ganadores de la lotería tienen mucho menos dinero cinco años después de haber ganado el premio.
El primer consejo, para evitar esos errores, es esperar unos meses antes de empezar a gastar o invertir ese dinero. Durante ese tiempo de espera, deberíamos plantearnos cuáles son nuestros objetivos vitales, para qué queremos el dinero o cómo puede este ayudarnos a conseguir lo que deseamos. En este aspecto, el Financial Life Planning es de gran ayuda:partiendo de nuestros objetivos, cuantificar su coste, determinar cuál es nuestra situación de partida (qué tengo en la actualidad, previsión de ingresos y gastos, capacidad de ahorro) y qué necesitamos.
Conviene que cuando hagamos los cálculos tengamos presente los impuestos que deberemos pagar. Para empezar, como sabemos, los premios que superan los 2.500 euros tributan en Hacienda por el gravamen especial del 20%, lo que significa que en el caso del Gordo nosotros ingresaremos 320.500 (los 2.500 primeros euros están exentos y Hacienda se queda el 20% del resto). Por ese dinero ya no hay que volver a pagar en la declaración de la renta del año siguiente. Pero, si lo invertimos y obtenemos un rendimiento, sí tributaremos en el IRPF por la ganancia (en el caso de los fondos de inversión o los planes de pensiones nos beneficiaríamos del diferimiento fiscal). Además, al incrementarse nuestro patrimonio puede que tengamos que pagar por el Impuesto de Patrimonio (el mínimo exento general son 700.000 euros, aunque en algunas comunidades esto varía, y en el caso de la vivienda habitual, 300.000 euros).
La mayoría de la gente piensa en comprar una casa o un coche mejor, en pagarse un viaje… Pero, invertir ese dinero en ladrillo o bienes duraderos tal vez no sea la mejor opción. Habría que echar cuentas para determinar si nos compensa liquidar la hipoteca o si es preferible mantenerla e invertir el dinero a través de otro tipo de activos. Por eso siempre es aconsejable consultar con un asesor financiero experto que nos ayude a determinar y cuantificar las opciones que tenemos y decidir cuál es la que más nos conviene. En el caso de la hipoteca, le convendrá mantener la en el caso de que la rentabilidad de sus inversiones supere el coste de financiación. Las recomendaciones variarán en cada caso, dado que las circunstancias son diferentes.