-Antoni Mas apostaba tales cantidades que también ganaba grandes sumas cada semana
-Los establecimientos que lo atendían multiplicaban por diez la facturación normal de una oficina
Antoni Mas Samora, el ‘Madoff catalán’ que ha defraudado más de 200 millones de euros a través de una estafa piramidal de dimensiones todavía desconocidas, ganaba la lotería todas -o casi todas- las semanas.
En su declaración ante los Mossos d’Esquadra, Mas reconoció que echaba la quiniela «con un grupo de amigos» y que apostaban entre «25.000 y 30.000 euros». Pero esta respuesta es un parte muy pequeña de la verdad. Porque Mas gastaba una auténtica fortuna en loterías.
Solo hay dos formas de ganar siempre -o casi siempre- en las apuestas del Estado. La primera es comprar boletos que ya han sido premiados. La segunda manera es invertir ingentes cantidades de dinero en la quiniela, la primitiva o el euromillón y aumentar así exponencialmente las posibilidades de ser agraciado. Mas jugaba desorbitadas cantidades a las tres cosas. Como mínimo 100.000 euros. Cada semana desde el 2011.
EL GANADOR MÁS TRISTE
Mas, en el momento de cobrar el premio, no solo llamaba la atención porque ganaba siempre, también lo hacía porque mientras el resto de agraciados parecían felices, él acudía a retirar el premio con el mismo entusiasmo con el que un hombre hace cola para pagar el parquímetro.
La desproporción entre Mas y un jugador normal es tan abultada que los puntos de venta en los que compraba lotería y hacía apuestas multiplicaban por diez su facturación. Es decir, Mas se gastaba en solitario diez veces más de lo que compraban el resto de clientes en total. Este diario ha visitado dos de estos establecimientos en los que Mas jugó hasta ser detenido, a comienzos de junio. Los dueños de ambos han confirmado que Mas era, con mucha diferencia, su mejor cliente.
Cada vez que un mixto o una administración entrega un buen premio, imprime la cifra y la cuelga enmarcada en la pared. Los locales que pisaba Mas están llenos de premios enmarcados. «Todos son suyos [importes que van desde 100.000 euros hasta un millón de euros] y tenemos más en una caja que todavía no hemos colocado», explica el gestor de uno de estos puntos de venta, que concretamente repartió durante el 2016 algo más de cinco millones de euros, que se llevó casi en exclusiva Mas. Ganara lo que ganara, el ‘Madoff catalán’ perdía con las apuestas más dinero del que ingresaba.
ESTABLECIMIENTO ESTAFADO
Mas exigió recientemente al gestor de un punto de venta que le avanzara una de sus apuesta salvajes. «Siempre me lo devolvía», aclara el dueño. Pero no esta última vez. La deuda que ha dejado es tan grande que ha terminado «arruinando» el punto de venta que tanto dinero le había hecho ganar.
Los Mossos d’Esquadra investigan si Mas estaba blanqueando dinero negro a través de esta inversión en lotería. El profesor José Ignacio Gallego, de la Universitat de Barcelona (UB), aclara que es «muy inusual» blanquear dinero a través de esta vía. La profesora Ujala Joshi, de la misma UB, sostiene que lo más probable es que Mas estuviera invirtiendo en lotería el dinero de las víctimas de la estafa piramidal. Una estrategia desesperada para sobrevivir a la bola de nieve que había montado y que no podía detener ni ganando cada semana premios por los que suspira cualquier ciudadano.
Fuente: ELPERIÓDICO.com