No solo trabajadores del sector privado o funcionarios, también los jubilados cuentan con un complemento adicional a la pensión que reciben cada mes de forma ordinaria. Diciéndolo de manera más breve y sencilla: tienen paga extra. Y esto, en la práctica, significa que la cuantía anual la reciben en 14 pagas y no en 12.
Este año es particular por varios motivos. El primero es porque supone la primera paga extra, tras entrar en vigor la primera pata de la reforma de pensiones. No solo eso, además llega seis meses después de recibir la que ha sido la última ‘paguilla’ de enero, como consecuencia, precisamente, de haber vinculado la revalorización de las prestaciones con el IPC. Llega, también, en un momento clave, donde la inflación se encuentra en su punto más alto desde casi las últimas cuatro décadas, como consecuencia, sobre todo, de la guerra en Ucrania que ha afectado también al bolsillo de los españoles.
Subida de las pensiones
Así las cosas, los pensionistas recibirán el próximo mes de junio la paga extra de verano. La segunda, la de Navidad, llegará, como es habitual, en noviembre. Otra novedad más: la cuantía de esta retribución se verá afectada por la subida de las pensiones de este año, que ha sido de un 2,5%, porcentaje ya vinculado al IPC.
En la práctica, ese porcentaje significa que la pensión de jubilación subirá alrededor de 25-30 euros mensuales. La de incapacidad permanente entre 20-25 euros al mes, la de viudedad alrededor de 15-20 y la de orfandad y en favor de familiares, alrededor de 10 y 14 euros respectivamente.
¿Y cómo quedan las pagas extra? Al igual que ocurre con los salarios, el importe de las pagas extraordinarias de los pensionistas será del mismo valor que el de los pagos de la pensión ordinaria mensual. Por tanto, podría llegar a subir hasta 30 euros mensuales, en el caso de las pensiones de jubilación.